Nueva propuesta de microrrelato: vamos a actualizar un cuento tradicional. Aprovechamos una de las características más interesantes del género: la intertextualidad.
Blancanieves
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Facebook: página de Caperucita Roja |
Podemos desarmarlo o destrozarlo, cambiar la versión de los hechos, dar voz a un personaje secundario, traerlo al siglo XXI, ...
Dota a tu relato de brevedad, sugerencia, ambigüedad, final sorprendente...
Otros ya lo han hecho antes:
Caperucita Roja
Para mirarte mejor
Aunque te aceche con las mismas ansias, rondando siempre tu esquina, hoy no podríamos reconocernos como antes. Tú ya no usas esa capita roja que causaba revuelos cuando pasabas por la feria del Parque Forestal, hojeando libros o admirando cuadros, y yo no me atrevo ni a sonreírte, con esta boca desdentada.
Caperucita y el lobo.
La única alma humana que había en el bosque, apareció con un hacha en la mano para salvar a la niña. Ésta y el lobo se desvanecieron en el aire. No obstante el leñador no se percató de que lo visto era un señuelo hasta que, tras la abducción, estuvo frente a los “visitantes”.Cenicienta
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Princesas de Disney después de terminar el cuento de hadas |
Había una vez [2]
Un apuesto joven llama a la puerta y le pide que se calce la más hermosa de las zapatillas. En cuanto observa que ésta se ajusta al pie perfectamente, la toma del brazo al mismo tiempo que le dice: -Queda usted arrestada, esta zapatilla fue hallada en la escena del crimen.
Blancanieves
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Princesas de Disney después de terminar el cuento de hadas |
Opus 8
Júrenos que si despierta, no se la va a llevar -pedía de rodillas uno de los enanitos al príncipe, mientras éste contemplaba el hermoso cuerpo en el sarcófago de cristal-. Mire que, desde que se durmió, no tenemos quien nos lave la ropa, nos la planche, nos limpie la casa y nos cocine.
La bella durmiente
Mono
Tiene los brazos llenos de marcas de pinchazos. Duerme con el huso de la rueca bajo la almohada, porque hay mucho príncipe cabrón que la despierta antes de dormir los cien años a los que tiene derecho por convenio.
(Ana Calvo, "Me pongo a escribir")
La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme. Está esperando al príncipe. Y cuando lo oye acercarse, simula un sueño todavía más profundo. Nadie se lo ha dicho, pero ella lo sabe. Sabe que ningún príncipe pasa junto a una mujer que tenga los ojos bien abiertos.