La semana pasada pude disfrutar de una de las jornadas más especiales de mi experiencia docente. En el marco del Proyecto Erasmus + “El patio de Babel” habíamos programado un encuentro con familias de otras lenguas. Hasta la Biblioteca escolar se acercaron a compartir su experiencia migratoria varias mujeres marroquíes representantes de la asociación “Mujeres fuertes” de nuestra localidad. Ellas promovieron una puesta en común entre los cuatro centros participantes, de forma. que alumnos de AR Beaumont (Bélgica), del Lycée Louis Armand de Eaubonne (Francia), del IES “La Serra” (Lérida) y de nuestro instituto “Mar de Aragón” aportaron su punto de vista sobre la percepción del fenómeno migratorio en sus centros, en sus poblaciones y, por extensión, en sus países.
En este momento complicado que vivimos a nivel internacional, con políticas que fomentan la intolerancia, me sentí muy orgullosa de nuestra isla de convivencia y participación. Las madres de nuestros alumnos quisieron compartir con nosotros sus exquisitos dulces marroquís y su té con hierbabuena. Oímos en lengua árabe el proceso de realización de cada una de las recetas. Cada lengua tiene una música y ayer la biblioteca vibró con la cadencia de una melodía cercana y cálida.
En este encuentro intercultural no faltó el baile, la henna, la caligrafía en alfabeto árabe… Muchos alumnos disfrutaron al decorar las manos de los participantes con sus sugerentes tatuajes o guiándoles para poder escribir su nombre en árabe y llevarlo de recuerdo. Cuando, después de dos horas, llegó el recreo, la fiesta no terminaba. Muchos alumnos se agolpaban en la puerta deseando participar. ¡¡Habrá que repetirlo!!
Mil gracias al grupo de madres que siempre nos apoya cuando pedimos colaboración, a los alumnos que acompañaron a los visitantes con una sonrisa y les enseñaron un poco de su cultura y a la profesora del Departamento de Administrativo, Cristina Ferrer, que propició este encuentro.
Las palabras tienden puentes y crean redes de aprendizaje a través de nuestro ilusionante proyecto “El patio de Babel”. Las palabras también son semillas que darán frutos de "bien común" en nuestro centro.